Ojala sea cierto, parece ser que se ha inventado una nueva tecnología basada en el magnesio que permitirá sustituir al petróleo como combustible para el transporte, la vivienda y la industria.
Hace ya muchos años que se habla de técnicas nuevas para conseguir este fin, pero el petróleo sigue siendo el rey de la energía.
Puede que sea porque en realidad sólo eran sueños, esperanzas infundadas.
Tal vez las grandes compañías petroleras se apoderaron de estas tecnologías y las enterraron en las más profundas y secretas cajas fuertes.
O a caso sólo fueran meras estafas.
En todo caso sólo el desarrollo de las energías renovables y la energía nuclear han hecho tambalear la hegemonía energética del petróleo.
Las baterías de litio han empezado a ser una esperanza fundada, para almacenar la energía eléctrica en pequeñas cantidades.
En el Japón, Takashi Yabe está desarrollando un sistema de combustible basado en el magnesio.
El magnesio es el séptimo elemento en abundancia constituyendo del orden del 2% de la corteza terrestre y el tercero más abundante disuelto en el agua del mar.
El metal puro no se encuentra en la naturaleza.
Una vez producido a partir de las sales de magnesio, este metal alcalino-térreo es utilizado como un componente de numerosas aleaciones.
El magnesio es esencial para todas las células vivas.
El magnesio elemental es un metal liviano, medianamente fuerte de color blanco plateado.
En contacto con el aire se vuelve menos lustroso, no necesita ser almacenado en ambientes libres de oxígeno, ya que se protege con una capa de óxido impermeable.
El magnesio cuando se sumerge en agua, a temperatura ambiente, reacciona formando pequeñas burbujas de hidrógeno en la superficie del metal, pero si está pulverizado su reacción es mucho más rápida.
La tecnología del magnesio, si las esperanzas de Takashi Yabe son fundadas, permitirían a la humanidad eliminar su dependencia de los carburantes fósiles.
Tras las energías renovables, como la hidráulica, la solar o la eólica, la liberación completa de la energía nuclear y los carburantes fósiles todavía queda muy lejos.
La tecnología del magnesio podría ser la clave para llevar al mundo hacia la energía limpia.
Takashi Yabe es investigador del Tokyo Institute of Technology y lleva varios años estudiando este tema.
Japón con su absoluta dependencia de la importación de petróleo está muy interesado en que esta tecnología progrese ya que supondría para él una liberación en materia energética y le permitiría un nuevo resurgir económico.
Para España supondría el complemento ideal para las energías renovables.
El magnesio en forma de metal se obtiene principalmente por electrolisis del cloruro de magnesio y mi duda es si será rentable el proceso en un tiempo prudencial.
¿Cómo puede el magnesio incidir en la forma de conseguir energía limpia?
Actualmente se necesitan grandes medios de almacenamiento para tener reservas de energía solar, eólica y otras energías renovables y este almacenamiento las encarece mucho. Lo mismo pasa con el hidrogeno.
La energía renovable hoy día, además de ser cara, no cubre la producida por los derivados del carbono.
Ahí es donde el magnesio adquiere su importancia ya que puede ser la clave para los recursos energéticos en los próximos años.
Podemos extraer sales de magnesio, que existen de forma ilimitada en el agua de mar y transformarlo en metal con un láser especial, podemos utilizar el metal de magnesio como combustible, ya que el magnesio pulverizado es extremadamente inflamable, pudiendo ser usado como combustible en fábricas, en viviendas e incluso en los medios de transporte.
El problema estriba en que todo este proceso necesita energía, esta energía deberíamos obtenerla de las energías renovables, pudiendo así establecer un ciclo de conversión energía renovable-magnesio, que es un material muy fácil de almacenar y transportar, usando después la energía que se obtuviera del magnesio en nuestras diversas necesidades.
Este proceso ahorraría los grandes gastos de almacenamiento de las energías renovables abaratando su uso.
Hasta aquí la teoría, la realidad es más cruda, esta tecnología sólo está en sus inicios, aun tardará muchos años en hacerse de uso generalizado, siempre y cuando las grandes compañías energéticas del mundo no decidan enterrarla, como hicieron con el coche eléctrico hace cien años.
Dando a conocer el proceso, tal vez podamos evitar que el SISTEMA y la casta parasitaria impidan su desarrollo. Al menos eso es mi esperanza.
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