Nadie supuso que el fin político del Presidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps Ortiz pudiera estar relacionado con unos simples trajes, pero las cosas de la política son cada vez más confusas en España.
Con lo fácil que hubiera sido pagar los trajes con un cheque de la cuenta de Camps y luego recibir su importe en efectivo, en el supuesto que hubieran sido un soborno, claro.
Además yo personalmente no me hubiera vendido por tan poco, así que supongo que Camps tampoco.
En realidad creo que de verdad fueron un regalo, uno más de los que hacían la gente de la trama Gürtel a aquellos políticos que los favorecían.
Incluso si Camps fuese declarado culpable por cohecho impropio y eso está muy lejos de suceder, lo peor que le pasará es que le pongan una multa.
El hecho de que el Tribunal Supremo reabra el caso de los trajes de Camps significa que el alto tribunal estima el recurso del fiscal y del partido socialista, significa más que nada una derrota política del PP en pleno.
Camps vuelve a estar imputado y la causa será ahora devuelta a TSJCV, donde el instructor de las diligencias, el magistrado José Flors, más pronto que tarde, confirmará el cierre de la investigación y abrirá el juicio oral, entonces el presidente valenciano deberá afrontar la acusación ante un jurado popular.
El juicio lo presidirá el magistrado progresista Juan Climent, ya que es el único de la Sala de lo Civil y Penal del TSJCV que no ha actuado en esta causa.
Que Francisco Camps esté a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados por haber aceptado regalos de las empresas de la trama Gürtel, no es solo un problema para Camps, el Consell y el PPCV, es ante todo un problema para Rajoy que hace sólo unos días dijo que apoyaría a Camps incluso si fuese imputado.
¿Seguirá manteniendo Rajoy esta postura?
¿Aceptará el desgaste político personal que esto conlleva?
¿Esperará hasta que Camps dimita?
¿Dimitirá Camps?
¿Será destituido como lo fue Costa?
¿Caerá Rajoy ante sus enemigos internos?
Muchas preguntas que aun no tienen respuesta.
Pero en realidad este asunto es el que menos debería preocupar al PP y a Rajoy.
Lo verdaderamente grave está por venir y consistirá básicamente en un macro juicio donde serán imputados un gran número de miembros del PP.
La parte valenciana de la Trama Gürtel va a ser todo un terremoto mediático y político que puede causar un gravísimo daño al PP a todos los niveles.
En febrero de 2009, el TSJCV recibió de manos del juez Baltasar Garzón una causa que apuntaba indicios de cohecho, de tráfico de influencias y de financiación irregular del PP, pero la sala que preside De la Rúa sólo admitió investigar el asunto de los trajes.
Junto a Camps, el magistrado José Flors imputó por el mismo delito al ex vicepresidente del Consell Víctor Campos, el ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo Rafael Betoret y el ex secretario general del PP valenciano y diputado autonómico Ricardo Costa.
Las sospechas de una supuesta financiación ilegal del PP valenciano, que ahora ha confirmado un informe de la Agencia Tributaria incorporado al sumario, ya las apuntaba un informe de la brigada de blanqueo de la Policía Nacional que fue remitido al TSJ valenciano días antes del sobreseimiento de la causa de Camps.
Además, otro informe, en este caso de la Unidad de Auxilio Judicial al TSJ madrileño, desvela que la presidencia y la vicepresidencia del Gobierno valenciano, siete consejerías y ocho organismos públicos de la Generalitat adjudicaron entre 2004 y 2008 al menos 85 contratos a nueve empresas de la trama corrupta por 7,2 millones de euros. En la mayoría de los casos, se adjudicaron a dedo y se fraccionaron para evitar la convocatoria de concursos públicos.
Ahora el instructor podrá investigar todos los posibles delitos.
Supongo que lo que más le duele personalmente a Camps, es el asunto de la visita del Papa que permitió a la Trama Gürtel embolsarse más de un millón de euros en comisiones.
Es indudable que el PP va a luchar, que no se rendirá sin más.
Para empezar ha presentado una querella ante un juzgado madrileño, contra la Agencia Tributaria por entender que ha cometido delitos de prevaricación y falsedad en documento público en el informe en el que revela presuntas irregularidades en las cuentas del partido en Valencia.
Pero al final lo que está claro es que el PP lo tiene muy negro y que en los próximos meses se hablará mucho del tema.
Que lejos estaba Álvaro Pérez (El Bigotes) de suponer que él pudiera ser el causante de las desgracias de su amigo Paco, amistad sincera y que yo no pongo en duda.
Y todo por unos trajes, con lo cómodo que se va sin chaqueta, en verdad para Camps hubiera sido mejor ir en chándal.
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