Supongo que muchos que lean el titulo de este artículo consideraran que estoy intentando que se privaticen las televisiones públicas y que para eso seria más justo que se vendieran en pública subasta.
Pues sin duda seria más justo pero yo llevo 30 años diciendo eso y harta hoy no solo no se ha privatizado ninguna, para mayor derroche se han creado varios canales más.
Por lo tanto he llegado a la conclusión de que los políticos no privatizaran ninguna aunque lo pongan elección tras elección en su programa.
Todos sabemos que los programas de los partidos son lo mismo que los presupuestos, un cuento del que ellos son los primeros en no hacer el menor caso.
Los periodistas tampoco, hace ya mucho tiempo que no se leer ninguno, se limitan a los resúmenes de los mismos que les dan los departamentos de prensa de los partidos y en algunos casos, a firmar los artículos ya hechos por los mismos partidos a los que pertenecen.
Cuando se dice que un medio es independiente, eso quiere decir que cobra como publicidad los artículos de opinión favorables a unos y a otros. También los desfavorables.
Dado que creo que nunca se conseguirá vender en pública subasta los canales públicos de televisión he llegado a la conclusión de que lo más rentable para el pueblo español es que hagan como que los venden y se lo regalen a sus socios y amigos más fieles.
La cuestión es que los sufridos contribuyentes españoles, desgraciados miembros de la clase media en su inmensa mayoría, dejemos de pagar los deficíts monstruosos que generan.
Que esos amigos que hoy cobran suculentos sueldos y que luego compran programas que podrían hacer con sus propios medios a empresas externas, muchas de ellas de prejubilados de la misma televisión publica, se hagan cargo de los destrozos económicos que han generado, que se apañen y que se ponga fin de una vez a esta situación que sangra al pueblo español.
No me importan donde acaben los medios, en unos cuantos años solo quedaran los que actúen con profesionalidad, el pueblo está siendo engañado por unos o por otros, lo importante es que liquidemos de una vez la sangría que presuponen estos medios de comunicación indignos de tal nombre.
Pongamos por ejemplo la televisión valenciana.
Entre 2001 y 2008, RTVV vio cómo la audiencia de Canal 9 caía un 37% y sus ingresos por publicidad se reducían un 20% mientras las pérdidas se disparaban un 83%.
Se preguntaran porque, pues muy sencillo, sus telediarios consisten en poco más que Camps y sus muchachos, sus chicas menos pero eso en el PP no importa porque no están por la paridad.
Menos algunas honrosas excepciones sus series y sus películas son verdaderos rollos, muy del gusto de los cristianos y otros espíritus "centristas" del PP, supongo que para ellos Franco era un peligroso extremista de izquierdas. Al fin y a la postre aprobó el estatuto de los trabajadores y estableció, al menos en parte, la seguridad social.
Muchos grandes eventos, muchas obras faraónicas que solo suponen un gasto inútil, todo ello es alabado sin freno por nuestra televisión autonómica y ¿porque no? si es lo que conviene al PP y los dirigentes de esa televisión son personal de confianza del mismo partido. Todo queda en casa.
Podríamos mencionar el caso Gürtel, posiblemente en algún momento se mencionaría en RTVV aunque yo no lo he visto nunca, poco se mencionará cuando dentro de unos días se destapen otras cuantas decenas de miles de folios del sumario, eso pasa en Madrid y no interesa, lo importante serán las precesiones de Semana Santa.
La TDT y su oferta multicanal ha hecho trizas las audiencias de los canales públicos en general y de RTVV en particular y esto va a continuar.
¿Que importa lo que digan unos cuantos propagandistas pagados por tal o cual partido cuando podemos ver por Internet los terremotos de Haití y Chile en directo?
La crisis económica ha reducido los ingresos publicitarios ha incrementado los números rojos de RTVV y de todas las otras televisiones públicas y las perdidas irán en aumento por lo tanto mejor regalarlas, con las deudas y el personal claro está, que seguir pagando por hacer propaganda de los correspondientes partidos y gobiernos.
Estoy dispuesto incluso a que el bigotes sea el nuevo propietario de RTVV, ya ha demostrado que es un hombre de amplios recursos, si es capaz de ganar dinero con ella me quitaré el sombrero y pediré que se le perdone sus faltas si es que es culpable de algo, ya que en realidad no deja de ser más que un mandado y a los verdaderos culpables no se les va a tocar ni un pelo de la cabeza.
Podría poner ahora la inmensa millonada de deudas de la RTVV, de la RTVE y de las otras muchas que sufrimos en España, pero pienso que no vale la pena, esas cifras son del dominio publico, como también se sabe dentro y fuera de esas televisiones todos los chanchullos que en ellas se cometen pero no importa, parece que existe un pacto de silencio, ningún político, ningún fiscal, ningún juez estrella abre la boca sobre el tema, los medios escritos lo hacen pero como son parte interesada en la lucha por la publicidad nadie hace caso.
Para terminar este artículo me reitero en mi propuesta, que se regalen las televisiones como se regalaron los periódicos tras la dictadura, no os creáis que se vendieron, eso solo fue la apariencia, en realidad se los repartieron unos cuantos, más o menos como lo que pasó en Rusia, aquí no se los quedó la Mafia, aunque eso me lo discutirán muchos y quien sabe tal vez sea motivo de otro articulo futuro si me toca la primitiva y tengo medios económicos bastantes para los pleitos por difamación que me plantearían aquellos afortunados inversores, o sus descendientes que tras tantos años pocos quedan ya.
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