La clase media ha sido y debe seguir siendo la parte mas activa de la sociedad, durante más de dos siglos ha sido el fermento revolucionario, por eso las fuerzas reaccionarias intentan devastarla, intentan domarla para que sirva a sus intereses, intentan que sea sustituida por una burocracia servil a la clase parasitaria.
Esto se da no solo en el estado, también en las empresas donde una burocracia tecnológica pretende sustituir a los dueños del capital, pequeños burgueses de clase media en su mayor parte.
Desde que mediante el capitalismo popular la clase media se ha hecho dueña de la mayoría del capital de las grandes empresas, como ya lo era de las pequeñas, ha surgido una nueva variante de la actividad financiera, los planes de pensiones, los planes de inversión y toda clase de seguros combinados con la bolsa.
Ha surgido una nueva variante de la clase parasitaria que con la excusa de que ellos saben mover mejor nuestro capital en bolsa, nos roban una buena parte de nuestros beneficios, cuando no todos e incluso nuestro capital.
Lo más gracioso es que están aliados con los políticos y la burocracia clásica, y son estos sus más fervientes publicistas.
No hoy día en que un político o un burócrata de alto nivel no nos meta miedo sobre el futuro y nos incite a establecer un fondo de pensiones, con la sabia recomendación de decirnos que en un futuro, ellos la clase parasitaria, tienen la intención de incrementar el expolio a que nos someten y que por eso no habrá pensiones.
Naturalmente no lo dicen con tanta desvergüenza, se excusan en la mayor duración de la vida, en la falta de productividad de los esclavos, perdón trabajadores asalariados, o cualquier otra cosa.
La verdad es que la clase media está siendo devastada a conciencia, se quiere que unos pocos súper ricos posean todo el capital, que una burocracia formada por administradores, técnicos, funcionarios, policías y soldados controlen a una inmensa masa de trabajadores indefensos y explotados.
Pero incluso estos empiezan ya a sobrarles y por tanto los están sustituyendo aceleradamente por robots y ordenadores.
Es falso que la clase parasitaria necesite el consumo de las demás clases para desarrollar su economía explotadora, solo las utilizan para su mayor comodidad y todo aquel que no les sirva está condenado a muerte.
No solo a morir social y económica, sino también a morir físicamente, los unos por hambre, los otros por enfermedad o en las guerras que el SISTEMA organiza.
Me dirán que exagero, puede ser, pero yo solo juzgo por la información que recibo y hoy por hoy esa información es pública, aunque en muchos casos sea falsa, mera propaganda.
Juzguen ustedes si lo que pasa en el mundo es propio de seres civilizados, yo no creo que lo sea, como tampoco creo que la historia sea fruto de las casualidades, lo que sucede en el mundo está planificado por mentes muy hábiles y crueles que solo miran por su propio beneficio, aunque al hacerlo suponga miles de muertos y millones de perjudicados.
Se llaman así mismo patriotas, se presentan como salvadores de la humanidad, pero en realidad son lobos que desgarran con sus colmillos ensangrentados las carnes de gentes indefensas, destruyen a pueblos ignorantes de lo que se cuece en las altas esferas del SISTEMA, ya no se conforman con explotarlos, ahora los exterminan sin piedad.
Pero para ello deben destruir primero su clase media, esa clase media que por su cultura, por su ímpetu revolucionario, por su actividad económica productiva puede oponer resistencia.
Para eso están los dictadores, gentes que sacan del seno de los mismos pueblos que quieren destruir, gentes que son como ellos, que no tienen otro fin que su propia riqueza y poder.
No importa el nombre que se den, caudillos, reyes, presidentes vitalicios, señores de la guerra, generales, comandantes, directores generales o delincuentes varios, la realidad es que solo son capataces de sus amos extranjeros que les permiten conservar una comisión sobre las inmensas riquezas que roban a su pueblo.
Un pueblo hambreado que muere por enfermedades que se curarían con solo una pequeña parte de lo que siendo suyo se les roba.
Un pueblo que ve como se compran enormes cantidades de armas para ejércitos que solo tienen como misión el mantenerlos esclavos y hundidos en la miseria.
No es cierto que la clase media sea cómplice de esta infamia, en realidad es su primera victima, solo los pueblos sin clase media se someten sin luchar.
La clase parasitaria lo sabe desde hace siglos y por eso primero la elimina con impuestos expoliatorios, con propaganda alienante, con estructuras políticas partitocraticas, con medios de comunicación dependientes, con culturas extrañas y leyes injustas contra la familia.
Todo vale para devastar a la clase media.
Y como ejemplo de este proceso nada mejor que estudiar un caso que tenemos muy a mano, nada mas fácil que estudiar lo que le está pasando a la clase media española para saber a donde iremos en el futuro próximo.
España está condenada si su clase media no acierta a reaccionar, España está condenada sin la revolución de la clase media.
Una revolución que deberá ser no solo económica sino también cultural, social y política. Una revolución que cree una nueva sociedad civil, una España más libre, más justa y más solidaria.
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