La energía no se va a acabar, eso es una verdad irrefutable, mientras que exista el sol habrá energía en la tierra.
Y si el sol deja de existir, la tierra desaparecerá, el hombre desaparecerá con ella y el problema energético dejará de existir.
No importa que se terminen las energías fósiles aprovechables, aun quedará la energía nuclear y las energías renovables.
Además quien nos dice que dentro de poco no podremos emplear otro tipo de energías como por ejemplo la gravitatoria o los campos magnéticos terrestres.
El problema en realidad no es que en un futuro próximo nos quedemos sin energía, el problema real será el precio a que será producida, distribuida y vendida.
Los estados, las naciones, las empresas y familias que no se preparen para afrontar este problema sufrirán mucho en el futuro a causa del problema energético.
Las últimas medidas del Gobierno en materia energética, para ayudar a las renovables y a la industria del carbón nacional, tendrán un sobre coste en el recibo de la luz en los próximos cuatro años de 30.000 millones de euros, según cálculos del propio Gobierno y de la Comisión Nacional de Energía (CNE).
En España hay 16,5 millones de hogares, lo que supone un coste medio por cada uno de 1.818 euros
Es posible incluso que las primas y los incentivos a estos sectores, acordados desde el Gobierno, presionen al alza un 5% la tarifa cada año hasta 2013.
Incluso más aun en el futuro.
Todo esto puede ser cierto, yo lo doy por seguro.
Pero cuando se protesta por las altas subvenciones que se conceden a las energías renovables no se tiene en cuenta que son la energía del futuro, España hace bien en prepararse en este campo ya que prácticamente no tenemos otras energías que nos sean propias.
Pero no solo somos nosotros los que invertimos en esta tecnología.
También se preparan otros muchos.
En Estados Unidos se trabaja intensamente en el tema a pesar de tener muchas más reservas en energías fósiles que España.
Por ejemplo, Iberdrola Renovables ha resultado elegida por la sociedad Salt River Project (SRP) para diseñar, construir y operar el mayor proyecto fotovoltaico de Arizona (Suroeste de Estados Unidos), consistente en una planta capaz de desarrollar 20 megavatios (MW) de electricidad.
La decisión de elegir a Iberdrola responde en parte a la buena sintonía entre las partes tras la experiencia conjunta en el desarrollo del parque eólico de Dry Lake, que se convirtió en la primera instalación de este tipo en el Estado norteamericano con dimensión comercial.
La tecnología en energías renovables ya está dando beneficios a España y nos permitirá disponer en el futuro de una energía que si hoy es cara, cada día que pase será más barata y rentable.
Pero Estados Unidos no es la única gran potencia en emplearse a fondo en las energías renovables, China también se ha lanzado a invertir en este sector de forma que es posible que en 2010 pase a ser el primer inversor mundial en energías renovables.
Estados Unidos, que era el mayor inversor hasta 2009, carece de políticas estatales que fomenten la producción de energías limpias. Obama intenta ponerlas en marcha pero está siendo frenado por las grandes compañías petroleras.
No es así en China, que desde febrero de 2005 cuenta con una ley de promoción de renovables, la legislación establece una tarifa de alimentación energética para determinadas tecnologías y un reparto del incremento de costes entre los consumidores. Asimismo, crea nuevos mecanismos de financiación y de apoyo al uso, en el medio rural, de energías limpias. China prevé un plan de desarrollo a largo plazo de las instalaciones necesarias para seguir incrementando el uso de renovables y códigos de implantación de placas solares para el agua caliente en los edificios de nueva construcción.
La energía eólica fue el sector de mayor inversión el año pasado en todos los países del G-20, excepto en España, Alemania e Italia, donde la tecnología solar domina el campo de las renovables.
En España las energías renovables se deberán complementar con otro tipo de energías, pues nos vamos a encontrar posiblemente en 2014 que se desperdicia energía en algunas horas y que en otras falta.
Red Eléctrica admite que desperdiciará un 2% de la eólica por la baja demanda nocturna.
Una mayor coordinación entre las redes eléctricas europeas permitiría disminuir este y otros muchos problemas.
La renuncia a la energía eléctrica de origen fósil hará indispensable al menos en los próximos 50 años la explotación de centrales nucleares lo que permitirá disminuir la producción de CO2 y reducir el calentamiento atmosférico.
Debemos pues resolver en España de una vez el problema de los residuos radioactivos y también el problema del suministro de combustible nuclear.
La energía es un factor fundamental en la economía, si España no es capaz de alcanzar un pacto político en este tema los españoles veremos como nuestro bienestar disminuye poco a poco y dejaremos de ser un país desarrollado para pasar a ser un país tercermundista y no queda mucho tiempo para tomar decisiones en este campo.
La energía del futuro es cuestión prioritaria, se tiene que asegurar mejor hoy que mañana.
El problema energético existe y puede acabar siendo una catástrofe para España sino se hace nada para solucionarlo.
Imaginad tan solo que los últimos cortes de energía eléctrica fueran a nivel de toda España y sucedieran continuamente.
No creáis que es una fantasía, puede suceder en unos pocos años.
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