Sabemos que la demanda de sexo es grande y que genera una oferta que la satisface continuamente.
El sexo tiene un precio que se paga siempre, se puede pagar con la misma mercancía, esto es con sexo. Se puede pagar con cariño. Se puede pagar con dinero. Se puede pagar con el matrimonio, incluso con alcohol o drogas.
También se puede obtener por la violencia o por el engaño.
Se puede obtener de muchas formas, pero una de ellas es sin duda con el ejercicio del poder que una persona ejerce sobre otra.
Que el poder es una fuente inagotable de sexo es algo que muy poca gente ignora, no importa que el poder sea económico, político, religioso o burocrático.
El poder es una mercancía que se trueca fácilmente por sexo, sea este consentido o no.
Una juerga navideña destapó el escándalo de la prisión de mujeres Madrid I en Meco, se investiga a varios funcionarios, se habla de orgías entre funcionarios y reclusas, en verdad el caso solo es uno más de los que pasan en todas las prisiones del mundo, en las españolas también.
El poder de los funcionarios de prisiones sobre los reclusos es enorme y los privilegios que estos pueden alcanzar son pagados de muchas formas, una de ellas con sexo. Esa es la realidad queramos verla o no.
Instituciones Penitenciarias investigará este caso como ha investigado otros similares en el pasado, pero tome las medidas que tome, casos parecidos se darán en el futuro.
Se denuncian continuamente casos de pederastia, algo repulsivo que tiene como victimas a los niños, seres indefensos y muchas veces aterrorizados por sus verdugos.
El hecho de que se denuncien continuamente casos de pederastia en la Iglesia Católica es muy de lamentar.
Benedicto XVI ha destituido al obispo de Brujas por abusos sexuales a un menor, se hablará de que la culpa la tiene el celibato, se dirá de todo pero muy pocos dirán que ha sido el ejercicio del poder real que el obispo ejercía sobre el menor, un delito sin duda imperdonable que se repetirá una y otra vez mientras que ese poder se ejerza.
Vangheluwe es el cuarto obispo que dimite esta semana en relación con el escándalo de pederastia que sacude a la Iglesia, James Moriarty, obispo de la diócesis irlandesa de Kildare; Walter Mixa, obispo de Augsburgo, y John Favalora, arzobispo de Miami también han renunciado en los últimos días a sus cargos.
Mientras la Iglesia Católica no renuncie al poder que ejerce sobre sus fieles, mientras que no pase a ser la Iglesia de los Pobres que predicaba su fundador, casos así seguirán produciéndose continuamente.
La dominación de una persona sobre otra permite obtener sexo fácilmente, esa es una de las causas de la violencia de género.
La violencia de género es l a violencia ejercida contra las mujeres por su condición de mujer. Esta violencia presenta numerosas facetas que van desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física o psicológica y el asesinato. Produciéndose en muy diferentes ámbitos (familiar, laboral, formativo,..), adquiere especial dramatismo en el ámbito de la pareja, en el que numerosas mujeres son asesinadas a manos de sus compañeros en los diferentes países del mundo.
Podríamos hablar de la prostitución y del turismo sexual, podríamos presentar otros muchos ejemplos.
Sexo y poder son un binomio que van juntos.
Una relación que es la causa de mucho dolor.
Entre todos deberemos acabar con él.
Porque el sexo puede ser muy bello.
Porque el sexo es maravilloso.
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