El asesinato selectivo define la política de un estado, en la cual las instituciones del mismo establecen un programa de asesinatos con objetivos precisos definidos en función de una determinada agenda política.
Se suelen justificar con la excusa de que los asesinados pueden ocasionar daños muy graves a los intereses de ese estado.
Daños superiores a la pérdida de prestigio que se sufre al descubrirse ese programa.
Hay multitud de ejemplos de dicha política, asesinatos llevados a cabo por todo tipo de estados gobernados por ideologías distintas.
No dudo de que todas las dictaduras hayan llevado a cabo asesinatos selectivos, de derecha y de izquierda no importa, todas las dictaduras matan.
Los países que se consideran en guerra, aunque esta no se haya declarado porque la lucha es contra organizaciones terroristas o fuerzas armadas irregulares, se suelen sentir legitimados para seguir esta política.
Lo que yo lamento es que estados que se definen como democracias mantengan programas de asesinatos selectivos.
Hablo específicamente de Israel y EEUU.
Considero que Israel tiene una realidad tan desesperada, lucha contra enemigos tan numerosos, existe la posibilidad de su desaparición como estado mucho más cercana de lo que se imagina la gente, que sin disculparlo puedo comprenderlo.
Pero es incongruente que en un estado como Israel sean los más creyentes los más partidarios de esta política.
NO MATARAS, un mandamiento de las tres religiones monoteístas y en el que parece ser nadie cree.
EEUU no está amenazado en su existencia como estado, además se presenta como el paradigma de la democracia y la libertad.
No me extrañó que los EEUU de Bush reanudara la política del asesinato selectivo, no me extraño porque ya existía un documento oficial del gobierno de los EEUU publicado durante los años sesenta y posteriormente durante los años noventa, que contempla dicha práctica como un «instrumento de la política exterior».
Dado que estas acciones son difíciles y caras espero que no sean muy numerosas, también supongo que los objetivos serán seleccionados tras un cuidadoso proceso.
Pero que un gobierno, un partido y un presidente como Obama que se define como demócrata mantenga esta política ya es menos comprensible para mí.
Que un presidente como Obama apruebe el asesinato selectivo de terroristas extranjeros ya seria malo pero que la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, haya tomado la medida extraordinaria de autorizar el asesinato selectivo de un ciudadano estadounidense, el clérigo musulmán radical Anwar al Awlaki, que se cree que ha pasado de animar a realizar atentados contra Estados Unidos a participar en ellos, según afirmaron anoche responsables de Inteligencia, eso ya ronda el delito.
El hecho de que sea un reclutador de la red terrorista Al Qaeda, alimentando las posibilidades de nuevos ataques contra Estados Unidos y los estadounidenses en el extranjero, eso no es suficiente para ejecutar a un ciudadano americano sin juicio.
Es una medida extrema y sin precedentes, que un americano sea objetivo de un asesinato selectivo.
El Congreso estadounidense aprobó el uso de la fuerza militar contra Al Qaeda después del 11-S. Las personas que estén en esa lista están consideradas como enemigos militares de EEUU. Tanto la CIA como el Pentágono tienen listas de terroristas vinculados a Al Qaeda, y sobre sus miembros pesa la orden de ser capturados vivos o muertos.
Pero debido a que Al Awlaki es estadounidense, su inclusión en estas listas tiene que ser aprobado por el Consejo Nacional de Seguridad.
Supongo que un soldado de EEUU obedecerá cualquier orden directa de su presidente que es a la vez el comandante en jefe de las fuerzas armadas de EEUU.
Supongo que lo mismo hará un agente de sus servicios secretos.
Es posible que incluso la orden vaya con indulto incluido, por si acaso, pero no impedirá que tarde o temprano esa política seá desacreditada y con ella Obama.
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