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El titular de este artículo se parece a lo de Corrupción en Miami y ciertamente la realidad también se parece.
Hay corrupción en Baleares.
Hablar de la corrupción en Baleares es como hablar del tiempo.
Todo el mundo sabe en Baleares quien es quien, en este mundo de la corrupción,
Parece difícil que con tantos informadores que tienen las autoridades, de uno u otro bando no se supiesen de qué pie cojea todo el mundo.
En realidad si se sabe, pero se gana más haciéndose el tonto.
Los juegos la política y de la economía no tienen nada que ver con la justicia.
Todo ciudadano está obligado a denunciar cualquier delito que contemple.
Pero esa norma no se cumple ya que eso seria renunciar a una baza que puede darte el poder mañana.
Porque no olvidemos que las elecciones en Baleares no son claras ni en las victorias ni en las derrotas.
El PP balear se lanza a la crítica contra los socialistas, como si nadie supiera que para alcanzar el poder antes de las próximas elecciones, se tiene que contar con UM en una improbable moción de censura.
Supongo que piensan que en el 2011 sacaran mayoría absoluta. Es posible que lo piensen e incluso que la saquen.
Pero la pregunta es ¿con quien?
¿Con la gente del turismo y de la construcción?
Con los caciques locales de toda la vida que tienen en sus filas.
Bueno pues si es así, los ciudadanos no van a ver diferencia alguna entre el PP y la actual UM.
Además no olvidemos que aunque parezca extraño el PP se la da de liberal, pero es la UM quien de verdad pertenece a la Internacional Liberal, mientras que el PP pertenece a la IDC, que es la antigua Internacional Demócrata Cristiano, ahora rebautizada por Aznar como Internacional Demócrata de Centro.
No se como acabará el asunto en Baleares, pero mucho me temo que en las islas seguirán mandando los mismos, con una cobertura u otra, como PSOE, PP o UM. Pero siempre los mismos.
Y esos podéis estar seguros que no necesitan cargo alguno para mandar y que jamás serán juzgados por delito alguno, para eso ya están sus hombres de paja, sus testaferros, o por otro mal nombre sus políticos.
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