Es justo que reconozca que ni fumo ni he fumado nunca, que me parece un vicio estupido y asqueroso, que un abuelo y mi padre, grandes fumadores, murieron de cáncer, y que mi hermano mayor que fumó desde muy joven, murió de un ataque al corazón en lo mejor de su vida.
Por tanto reconozco que en este asunto no soy neutral.
SOY UN ENEMIGO DEL TABACO
Siempre he creído que es deber del estado proteger a los ciudadanos y que aunque no soy partidario de prohibir el tabaco, ni ninguna otra droga, por ir contra un derecho fundamental del ser humano, como es su derecho a ser libre y decidir su propio destino, incluso si así lo desea su propia muerte.
Esto no significa que esté a favor de que se dañe con el tabaco indiscriminadamente a aquellos que como yo no deseamos ser fumadores, ni siquiera fumadores pasivos.
Por tanto estoy a favor de que se prohíba el fumar en todos los lugares públicos.
En todos ellos, no sólo en los establecimientos hosteleros y en las instituciones públicas, sino también en cualquier otro lugar donde no sea condición indispensable ser fumador para ser admitido. El mejor ejemplo de estos lugares serian los clubes de fumadores.
Con respecto a los establecimientos hosteleros, las experiencias de otros países como Italia, Reino Unido, Canadá o Noruega han demostrado "de manera sistemática" que el establecimiento de espacios cien por cien libres de humo no ha derivado en las "supuestas consecuencias económicas negativas que algunos predecían para el sector", y que la disminución de la facturación que los hosteleros en España sitúan en torno a un 30 por ciento no es real.
El endurecimiento de la actual ley antitabaco en España, está siendo apoyada según encuestas entre el 70 y el 80% de los españoles, tanto fumadores como no fumadores.
Esta prohibición no se ha llevado a cabo todavía en España debido a las fuertes presiones de algunas patronales de la hostelería, que fortalecen el mito de que la prohibición total de fumar en espacios públicos conllevará grandes pérdidas para las empresas, lo que implicaría numerosos cierres de empresas y un gran incremento del paro en el sector.
La realidad es que la actual ley española no protege a los más de 800.000 trabajadores de la hostelería, que perjudican cada día su salud para poder ganarse la vida.
Las numerosas muertes debidas al tabaco y los grandes gastos que las enfermedades generadas por este producen a nuestra sanidad, hacen que las medidas antitabaco sean urgentes, tanto en beneficio de la salud de los trabajadores como la de los clientes.
El tabaquismo es la primera causa de enfermedad en España.
La prohibición total de fumar en espacios públicos que planea llevar a cabo el Ministerio de Sanidad y Política Social en el primer semestre de 2010 reduciría al menos en un 50 por ciento el riesgo de padecer cáncer de pulmón entre los trabajadores del sector de la hostelería.
El tabaquismo pasivo genera enfermedad y muerte, no sólo molestias.
El tabaquismo pasivo incrementa un 10 por ciento el riesgo de sufrir un infarto y un 30 por ciento el de padecer enfermedad coronaria. Este riesgo puede prevenirse, y la mejor manera de hacerlo es evitando que las personas fumen en lugares públicos.
Además, la reducción de este vicio, no sólo implicaría beneficios en la salud, sino también en las arcas públicas. Ya que por cada euro que el Estado gana por la venta de tabaco, gasta dos en costes directos o indirectos provocados por las enfermedades derivadas.
El Estado gasta entre costes directos e indirectos provocados por las enfermedades derivadas del tabaquismo, un total del 16 por ciento del gasto sanitario anual en España.
Hay que tener también en cuenta, que estudios internacionales sobre el tema indican, que la prohibición reduciría en un 10 por ciento el número de fumadores en España, y entre un 30 y un 40 por ciento el número de nuevos fumadores registrado cada año, así como el consumo total de tabaco, lo que mejoraría nuestra balanza comercial ya que somos importadores netos de tabaco.
Hasta este momento hemos hablado sobre el efecto del tabaco sobre las personas ya nacidas, ¿pero que pasa con los fetos y las madres gestantes?
Los estudios científicos dicen que el consumo de tabaco durante el periodo de gestación supone en la mujer una mayor probabilidad de aparición de abortos espontáneos y un incremento de la mortalidad perinatal, así mismo se ha constatado una menor ganancia de peso en el recién nacido.
Los hijos de madres fumadoras pesan al nacer un promedio de 250 gr. menos que aquellos cuyas madres no fuman durante el embarazo.
Las investigaciones llevadas a cabo sobre mujeres embarazadas han revelado que las mujeres que siguen fumando durante su gestación, no sólo arriesgan su propia vida, sino que también ponen en peligro la de su hijo, ya que la inhalación del humo del tabaco, modifica enormemente las condiciones bajo las cuáles se desarrolla el feto durante el periodo prenatal.
Está demostrado que el tabaquismo materno origina un aumento de los abortos espontáneos, nacimientos prematuros y mayor número de complicaciones durante el embarazo y el parto. A través de estas dos últimas complicaciones, el tabaquismo de la gestante fumadora provoca un incremento del riesgo de pérdida del feto, en especial en el caso de embarazo de altos riesgos por otras causas.
Los hijos de madres fumadoras, presentan mayor riesgo de presentar "muerte súbita del lactante", que es aquella muerte que se diagnostica cuando en la autopsia no se descubre ninguna otra enfermedad que la justifique.
Estos riesgos son menores con el tabaquismo pasivo pero no desaparecen.
En España estos riesgos se incrementan en relación con las mujeres gestantes de los países nórdicos o de EE.UU., estas mujeres al confirmarse su embarazo no son fumadores más del 30%, mientras que en España fuman mas del 50% al iniciarse su embarazo.
Eso se debe al hecho comprobado de que en España se está produciendo un gran incremento de fumadoras entre las adolescentes y las mujeres jóvenes.
También es cierto que el embarazo constituye en muchas ocasiones el hecho determinante de plantearse el abandono del tabaco por parte de las mujeres gestantes.
Todas las mujeres embarazadas deberían ser informadas sobre los efectos negativos que el tabaco ocasionará en su futuro hijo, si permanecen con el hábito tabáquico durante la gestación, y motivarlas para que hagan un intento serio de abandono.
Hoy la mayor parte de los estados mantienen una dura guerra contra la heroína, la cocaína, pues resulta que la nicotina no sólo es más adictivas que estas dos drogas sino que además mata a más gente.
Mí punto de vista está claro o todas las drogas prohibidas o todas las drogas legales.
En cuanto a mi concierne no pienso consumir nunca ninguna droga.
Y seguiré siendo UN ENEMIGO DEL TABACO Y A MUCHA HONRA
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