Por japerezduval@gmail.com
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Ya hace casi un año que el presidente Obama está en el poder, y mucho es sin duda el poder que ostenta como presidente de EE.UU.
Prometió muchas cosas y ha conseguido plasmar muy pocas, la rápida transformación política en el 2009 se ha quedado corta, aunque muchos americanos que le votaron aun sueñan con un cambio histórico en los próximos años.
Obama hoy es más cauteloso, obligado por los patrocinadores de su campaña electoral y por el complejo industrial-militar, ha sido antes que nada, el comandante en jefe que ha decidió duplicar la apuesta en la guerra en Afganistán. Ya se sabe que quien paga manda.
También es cierto que los republicanos han empezado a salir del marasmo en que quedaron tras la derrota electoral. Tamaño fracaso no se lo esperaban. Y empiezan a trabajarse en serio la oposición a Obama y las elecciones del año que viene. Fundamentales para ganar puestos en el Congreso y conseguir una posición de bloqueo que hoy no tienen.
Hoy los índices de aprobación para la actuación de Obama, según algunos sondeos, están por debajo del 50 por ciento, lo que es un record histórico de rápido deterioro en la aceptación de un presidente, y un peligroso precedente para su reelección, una la posibilidad de fracaso inaceptable para cualquier presidente de EE.UU.
Obama en este año ha soportado un aleccionador proceso de aprendizaje, tanto en política interna como en política exterior, y ha visto cómo su agenda iba a pasos lentos en el Congreso.
Si el primer año de Obama se juzga según sus promesas y las expectativas que lo condujeron a la victoria, sólo puede ser calificado como un fracaso.
Pero todo, afortunadamente para él y para el pueblo americano, no ha sido malo, sus legisladores han conseguido aprobar una parte de la reforma sanitaria que ofrece una cobertura más amplia.
Aunque no será universal y seguirá en las mismas manos que hasta hoy.
Lo aprobado es un buen negocio para las empresas de seguros, farmacéuticas y de asistencia medica.
Tampoco nos creamos que son tontos, por ejemplo, las compañías aseguradoras se gastaron la friolera de 263 millones de dólares (185 millones de euros) en 2009, en financiar a los políticos convenientes. Incluso para Obama hubo pasta.
Obama aún podrá reivindicar que su primer año no ha sido un tiempo muerto. Aunque su política haya causado ya infinidad de muertos en Irak, Afganistán, Pakistán y otros sitios.
No ha respetado el plazo que el mismo marcó para cerrar para cerrar la base militar en Guantánamo, pero eso puede venderlo como parte de la herencia de la era Bush, no es del todo su culpa. Lo mismo sucede con el desempleo esté en un agobiante 10 por ciento, quien lo pillara en España.
El déficit presupuestario está por encima del billón de dólares y eso si es culpa suya.
En la política exterior todo sigue igual, pero no lo acusaremos a él sino a la Sra. Clinton tan fácil de convencer cuando le interesa. Excepto que Zapatero ya va a la Casa Blanca y eso nos deja sin blanca y nos causa muertos, heridos y secuestrados. Pero que le vamos hacer, la Moncloa bien vale una misa.
Por eso y a pesar de todo, LE DESEO A OBAMA FELIZ AÑO 2010 ya que eso también será bueno para el pueblo americano, el cual no tiene culpa de lo que hacen sus gobernantes.
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